Erika Milena Sánchez - Becaria Colombia Biodiversa en trabajo de campo en finca floricultora. |
La “tingua moteada" es una subespecie endémica de la Cordillera Oriental colombiana registrada en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá. Se considera en peligro de extinción (EN) debido a diversas amenazas en sus hábitats naturales. A partir del proyecto Las Aves de las flores de Asocolflores, se identificó su presencia en las fincas floricultoras de la Sabana de Bogotá que cuentan con reservorios artificiales de agua lluvia, proporcionando allí los espejos de agua y algunas coberturas vegetales acuáticas que le sirven a esta ave para alimentarse y sobrevivir.
Read this article in English here
Entrevistamos a Erika Milena Sánchez, primera becaria del convenio entre Asocolflores y el fondo de apoyo a la investigación Colombia Biodiversa de la Fundación Alejandro Ángel Escobar, al presentar las conclusiones de su investigación en Biología sobre la densidad de la Tingua moteada en diferentes coberturas vegetales de humedales artificiales y naturales del Altiplano Cundiboyacense.
También le puede interesar: The Tingua and Florverde
Florverde Sustainable Flowers (FSF): El propósito de la beca es estimular la investigación en temas relacionados con el conocimiento, la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad colombiana. ¿Cuál fue tu interés en basar la investigación en la Tingua moteada y conocer más de esta especie?
Tingua moteada |
Erika Sánchez: “Mi interés radicó en conocer la problemática que afronta esta especie ya que en los últimos 15 años la Tingua moteada ha dejado de ser el ave acuática más común y fácil de observar en los humedales de la Sabana de Bogotá, estando catalogada para el 2002 “en peligro crítico de extinción (CR)”; al 2018 disminuye la amenaza pasando a "en peligro de extinción (EN)”, pero su población sigue enfrentándose a factores tensionantes.
Me llama mucho la atención el estudio de las aves y en esta ocasión decidí conocer un poco más de esta subespecie y de los humedales artificiales o reservorios de aguas lluvias que se encuentran en las fincas de floricultura”
FSF: ¿Y qué encontraste de particular en estos reservorios de agua lluvia?
Erika Sánchez: “La Tingua no tiene preferencia entre humedales artificiales o naturales, siempre y cuando tenga un espejo de agua y ciertas coberturas de plantas acuáticas, sumergidas o helófitas para desarrollar sus actividades. Los humedales artificiales son una opción ante la alteración que presentan los humedales naturales para la conservación de la especie”.
FSF: Desde Florverde promovemos el uso responsable del agua a través de diversas estrategias, una de ellas es el aprovechamiento de agua lluvia. ¿Cuál crees que es el impacto medio-ambiental de estas acciones en la actividad de la floricultura?
Erika Sánchez: “Me parece muy importante porque se genera conciencia en cuanto al uso responsable del agua, llevando este mensaje a los trabajadores de la industria y dando un ejemplo para otras empresas. Por otro lado, es crear un espacio adicional para las aves ante la intervención que están teniendo los humedales naturales, implementándose como una estrategia para la conservación de la especie”.
FSF: ¿Qué retos encontraste durante la ejecución de la investigación?
Erika Sánchez: “Inicialmente fue lidiar con la novedad. Yo siempre había estado interesada en las aves pero no las había estudiado a fondo. La asesoría de mi director y codirectora fue vital. En los trabajos de campo fue un poco difícil encontrar el ave porque es pequeña (28 cm.) y no estaba acostumbrada a identificarla tan rápido. Con el tiempo uno se va apropiando del ecosistema donde se realiza el muestreo. Pude ver 27 individuos de la Tingua moteada en mi investigación en los cuatro sitios de muestreo”.
FSF: ¿Y qué aprendizajes te deja esta experiencia?
Erika Sanchez en reservorios de agua lluvia |
Erika: Sánchez: “Esta investigación fue muy importante para mi formación y así mismo para el reconocimiento de los humedales naturales y artificiales como ecosistemas esenciales para la supervivencia de diversas especies. Igualmente, fue una oportunidad para reconocer que estos ecosistemas requieren de un manejo para evitar su deterioro debido a las actividades humanas. También aprendí que estas especies tienen cierto grado de tolerancia a la contaminación y a las alteraciones que presentan los humedales. Conocer más de esta y otras especies es fundamental para protegerlas y conservarlas”.
FSF: ¿Por qué crees que es importante que se siga apoyando la investigación en estos temas? ¿Qué más falta por hacer en este aspecto?
Erika Sánchez: “Muchas veces uno como estudiante se limita a realizar proyectos interesantes por la cuestión económica. Estos apoyos son muy importantes para promover la investigación por parte de los estudiantes. Estudiar más a fondo la Tingua Moteada por medio de Asocolflores es acercarnos a entender este tema, en el cual están muchas especies en categoría de amenaza. Es saber qué más podemos conocer de ellas para aportar ese granito de arena para conservarlas”.
FSF: ¿Qué mensaje le compartes a otros estudiantes interesados en aplicar a la beca Colombia Biodiversa de Asocolflores y la Fundación Alejandro Ángel Escobar?
Erika Sánchez: Siento que a veces uno como estudiante no le da tanta importancia a estas convocatorias. Mi mensaje a los estudiantes que están pensando en aplicar es “¡atreverse!” . Atreverse a experimentar y a ejecutar esas ideas que tenemos como estudiantes y darlas a conocer. A veces lo que a uno lo detiene es el temor a ser juzgado en la escritura de la investigación, pero esto es un proceso de aprendizaje y de mejora.
⟿
Sobre Colombia Biodiversa
El fondo de apoyo a la investigación Colombia Biodiversa busca promover la investigación sobre el conocimiento, conservación y uso sostenible de la biodiversidad de Colombia, a través del apoyo financiero a tesis de grado y post-grado de estudiantes de ciencias biológicas, sociales o afines. Conozca más en: http://www.faae.org.co/colombiabiodiversa/index.html